ATME denuncia el olvido del personal militar en los medios de comunicación frente a la fascinación por las armas


La Asociación alza la voz para criticar la cobertura mediática sobre defensa, que ignora al personal militar y sus reivindicaciones. 

Mientras los titulares de los últimos meses se centran en la inversión en armamento, se olvida a los profesionales que, con su labor diaria, hacen posible la seguridad de nuestra nación.

En los últimos meses, el debate sobre la Defensa Nacional ha estado dominado por un tema recurrente: la adquisición de nuevo armamento, material y proyectos militares. Los titulares se centran en la inversión económica y tecnológica del Plan Industrial y Tecnológico para la Seguridad y Defensa, pero en esta narrativa, un elemento crucial ha sido no solo relegado, sino convenientemente olvidado: el personal militar.

Los hombres y mujeres de nuestras Fuerzas Armadas, la columna vertebral de la seguridad y defensa de la nación, han visto cómo su voz y sus justas reivindicaciones desaparecen del discurso público. Este silencio, lejos de ser accidental, parece ser un resultado deseado. Seguramente el Ministerio de Defensa ha recibido con agrado este enfoque, que evita poner de relieve las necesidades del colectivo. Nos consta que el propio Ministerio, a través de las palabras de la propia ministra de Defensa, Margarita Robles, aconsejó en su momento a diferentes medios no hacerse eco de las informaciones de las asociaciones profesionales, priorizando únicamente los comunicados oficiales.

La actual cobertura mediática de la mayoría de los medios de comunicación, a excepción de honrosas excepciones, ofrece una visión parcial y a menudo deshumanizada de las Fuerzas Armadas, centrándose en las armas y las cifras. Si bien la modernización es esencial, los sistemas y equipos más avanzados no son nada sin las personas que los manejan, los mantienen y los operan con profesionalidad y dedicación.

El personal militar es mucho más que el operador de una máquina. Son profesionales altamente cualificados que participan, entre otras labores, en misiones de paz, ayuda humanitaria o respuesta a desastres naturales. Su labor, a menudo silenciosa, es vital para la estabilidad y el bienestar de toda la sociedad. En este contexto, la Asociación de Tropa y Marinería Española (ATME) juega un papel fundamental. Desde ATME, denunciamos que, al omitir la realidad del personal militar, también se ignoran sus reivindicaciones profesionales y salariales, que afectan directamente a sus familias, que soportan las consecuencias de las limitaciones económicas y laborales.

Es fundamental que los medios de comunicación amplíen su enfoque para incluir el lado humano de la defensa. Un ejército moderno y eficaz se basa tanto en su capital humano como en su tecnología. Poner el foco en el personal militar no solo reconoce su sacrificio y dedicación, sino que también fomenta una mayor comprensión y conexión entre las Fuerzas Armadas y la ciudadanía.

Es hora de contar la historia completa, una que no solo hable de armamento, sino también de estos servidores públicos que, con su esfuerzo diario, hacen posible la seguridad de todos.

ATME y las reivindicaciones del personal militar:

Las demandas de la Asociación de Tropa y Marinería Española (ATME) representan el sentir del colectivo militar, especialmente del personal de la escala más numerosa, la de tropa y marinería. ATME ha insistido repetidamente en la urgencia de establecer una nueva normativa de retribuciones que garantice un salario digno y acorde a la responsabilidad del servicio. Asimismo, defiende un modelo de carrera militar único para acabar con la temporalidad, busca el reconocimiento de la profesión militar como de riesgo y exige la actualización de la Ley Orgánica de Derechos y Deberes para adaptarla a las necesidades actuales del personal y de las asociaciones profesionales.

Un claro ejemplo de la desatención a estas reivindicaciones es la falta de transparencia en la gestión de fondos del Plan Industrial y Tecnológico para la Seguridad y Defensa 2025. Aunque el Gobierno aprobó una partida de 679 millones de euros destinada a retribuciones y al aumento de efectivos, la opacidad ha sido total. ATME ha denunciado que, desde el anuncio del plan, el Ministerio de Defensa ha negado sistemáticamente los datos sobre el destino de este dinero. Esta falta de información ha generado una profunda desconfianza en el colectivo militar, que se pregunta cómo se están administrando unos recursos que, en teoría, deberían mejorar las condiciones de vida de los militares y sus familias.



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